HISTORIAS DETRÁS DE UN POLLO SOBRE LEÑA

Por: Oswaldo Herrera

Emprendedores alimentan con cien mil pollos a la brasa el cono norte de Lima, contada por dos cazadores de ilusiones y paladares. Los hermanos Heredia Sánchez nos cuentan brevemente su loable ruta, camino hacia un presente de éxito y sabor nacional.

Breve historia del pollo a la brasa.

Cuentan los conocidos que esta historia se comenzó a escribir en el acogedor pueblo de Santa Clara, actual distrito de Ate. Corría la primera etapa de los años 50, años de las grandes unidades escolares y vecinales; del nuevo estadio nacional; de tranvías, valses y callejones de un solo caño; y mientras la explosión demográfica limeña crecía y las urbanizaciones se multiplicaban en forma desordenada debido a la inmigración provinciana; habitaba desde aquel conjunto de casitas rurales un inmigrante suizo de nombre Roger Schuler, dedicado a la crianza de pollos. Una tarde se le ocurrió observar con detenimiento como su cocinera asaba un pollo traspasado con una estructura de hierro, la cual le daba vueltas giratorias sobre su propio eje. Schuler, sorprendido, decidió contactar al ingeniero Franz Ulrich, quien diseñó un horno adherido a un sistema rotatorio que hacía girar mayor cantidad de pollos.

Hoy, esta aventura culinaria se ha convertido en una fiebre gastronómica, consolidándose como plato de bandera a nivel nacional e internacional. Su consumo anual asciende a 155 millones de pollos al año. Esto constituye aproximadamente el 20% de la producción anual en el sector avícola. Dicha demanda arroja casi el 2% del PBI según datos de la Asociación Peruana de Avicultura (APA).

En ese sentido, se decretó en el 2010 la resolución ministerial 0441-2010-AG, donde se declara oficialmente "El día nacional del pollo a la brasa" en cada tercer domingo de Julio.

Entrevista.

Peruanos de Hoy incursionó en este paradisíaco periplo de delicias y sabores, no sólo asumiendo la misión de difundir los atributos de esta genial creación artesanal si no ir más allá de la estricta formalidad para escribir historias reales, de gente que ve en el tiempo una enorme fábrica de éxitos y satisfacciones gracias a su enorme empatía con la lucha y convicción. Este es el caso de los hermanos Juan y José Heredia Sánchez, propietarios de la cadena de pollerías "El Cazador J&J”, quienes nos invitan a conocer que detrás de esos suculentos aderezos, pollos en movimiento sometidos sobre inclemente calor de la braza, deliciosos complementos y gente pletórica existe la mirada anónima de emprendedores que viven cristalizando sueños. Así suelen ser los cazadores.

¿Cómo así se les ocurrió el nombre de cazador?

Juan: Se nos ocurrió buscar en el diccionario una palabra que sea llamativa, a fin de darle nombre al negocio que estábamos por abrir y consideramos que ésta se ajustaba con lo que queríamos: reflejar nuestras personalidades a través de dicha palabra.

José: La palabra cazador nos habla de alguien que se dedica a la caza de animales y nosotros creímos que nuestra visión se asemeja a esa actividad: cazar el paladar de los comensales.

¿Cuándo se iniciaron en este negocio?

Juan: Nos iniciamos en el año 2005. Nuestro local era muy pequeño con sólo seis mesas. Con el correr del tiempo pudimos lograr la ampliación de éste, conforme iba aumentando nuestra clientela. Durante los años 2008 y 2009 vendíamos entre 70 y 80 pollos entre semana y 100 pollos los fines de semana. Fueron años geniales e inolvidables.

José: Nos iniciamos desde hace 14 años, estuve trabajando como ayudante en algunos restaurantes y se me ocurrió la idea de forjarnos con este reto y gracias a Dios las cosas nos vienen saliendo bien, no nos podemos quejar.

¿Cuántas pollerías tienen, esperan seguir aumentando más locales?

Juan: Actualmente tenemos cuatro pollerías y estamos esperando aperturar otras más en otros distritos. Eso sería a partir del año entrante, Dios mediante.

José: Como ya refirió mi hermano, contamos con cuatro locales distribuidos entre los distritos de Comas y Los Olivos. Sí, esperamos expandir nuestro negocio en otros distritos y lograr que el sabor del cazador no caze si no conquiste a nuevos comensales.

¿Qué expectativas tienen en el Día del Pollo a la Brasa?

Juan: En esta fecha tan especial esperamos superar las ventas de años anteriores. La demanda crece y la afluencia de público crece conforme va pasando las horas del día. Esta fecha se ha convertido en definitiva en una fiesta anual y ese es un punto a nuestro favor.

José: Tenemos muchas expectativas por este lindo día. Deseamos que nuestra clientela y curiosos vengan como siempre a visitarnos y vivir esta fiesta culinaria a nuestro estilo.

Unas frases finales para la audiencia de Peruanos de Hoy

Juan: Agradecerles a la gente de Peruanos de Hoy por esta simpática nota y les deseo muchos éxitos a futuro. Gracias por difundir nuestro producto y decirles a los jóvenes que crean en sus objetivos y metas.

José: Decirle que nos complace su presencia y esperamos que vengan pronto. A los comensales que esta es su casa, los esperamos en la Av. San Felipe con universitaria 1058, Av. San Felipe 621, Av. San Carlos con universitaria 1012 en el distrito de Comas y en el Mercado Villasol del distrito de Los Olivos.

Fueron los testimonios de dos hermanos cajamarquinos que llegaron a la ciudad de Lima, llenos de ilusiones y que en la actualidad se dedican a cazar paladares, gustos y preferencias dentro de un mercado cada vez más exigente.